domingo, 4 de julio de 2010

PESADO PASADO

No puedo recordar el pasado. Una contusión en el cuello me impide mirar hacia atrás. Suelo decir que era abismal aquella vida animal. Que era feliz en la cuerda floja y riendo, sin miedo, solía saltar. Aunque a veces ni yo misma logro saberlo con seguridad.
Me vendías equilibrio por cuatro duros, yo te daba el doble a pagar. Entre las cuerdas, no nos intentábamos escapar. Acumulé tus espinas, no me las puedo quitar:
Bebí de tu independencia, me dejé llevar. Probré tus altos vuelos, tus copas de más. Saqué a pasear a Miranda, aquella tarde que no dejaba de nevar. Tú dormías unas calles más allá. Tranquilo, palpitante. Excitante. Guapo. Templado e imperdonable. Sediento, insaciable. Olvidando los ojos azules, las formas de rozar. Las ganas explosivas, el arte de matar. La incalculable cifra de maniobras de escapismo. Del amor a ti mismo. Y gritando te susurré: levántate a engañarme, hoy necesito acostarme sabiendo la verdad.

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